Cumplir la meta puede ser tan duro como no cumplirla. En primer caso por el vacío que se genera y en segundo por la sensación de fracaso. Cuando logré el récor mundial de ser el hombre más joven en subirse a las Siete Cimas tuve que enfrentar el vacío de una gran meta cumplida. No se fácil, porque la sensación de ¨nada más¨ es un vórtice que cuesta sobrellevar y reencantar la vida con un nuevo “leitmotiv”.