Darse cuenta es un proceso individual, y atreverse a hacer es el camino. Partimos con estrategias para llegar a un conocimiento directo, de verdad última. Antes de entrar al campo de batalla, a la acción, debemos dudar, pero una vez que entramos no podemos claudicar, y eso tenemos que sostener antes de hacer. Estudiamos la montaña, el qué, y luego resolvemos el cómo subir. Entre esas dos preguntas está el salto cuántico para iniciar el camino a la cumbre.